Recuerdo de Wanda Landowska en el Principal, año 1911

Cuando semanas atrás entrevisté a la consellera insular de Cultura, Antònia Roca, para mi ‘Cuaderno de Notas’ en es-Radio, me confirmó que uno de sus proyectos es poner en valor el fondo documental del Teatre Principal de Palma, incluyendo abrir al público la colección histórica de cartelería. Pues bien, en alguna parte de la colección hay un cartel anunciando los recitales  de Wanda Landowska en el Teatre Principal, los días 29 y 30 de enero del año 1911. Ahora, 113 años después, el XV Festival Pianino prepara para el 25 de mayo un Homenaje a Wanda Landowska, que precisamente tiene que ver con los dos recitales ofrecidos en Palma.

Recordemos en primer lugar quién es Wanda Landowska. Hablamos de una clavecinista, pianista, musicóloga y compositora polaca (Varsovia, 1879 – Conneticut, 1959) que estudió en la Universidad Musical Frédéric Chopin de Varsovia. Dedicó su vida al renacimiento de la música antigua y barroca desde el planteamiento de interpretarla con convicción, algo que deja bien claro esta frase suya: “No se deben interpretar las obras maestras como si uno viera pasar un féretro, paralizado por el respeto”. También Chopin era parte de sus prioridades más preciadas.

En 1933 se instaló en Francia, que abandonó en 1940 al producirse la invasión alemana. Al año siguiente, en la misma fecha del ataque a Pearl Harbor, llegó a los EEUU, donde residió hasta su muerte. Era una concertista prestigiosa como pone de manifiesto el hecho del ‘Concierto para Clave’ que le dedicó Manuel de Falla en 1926.

Pese a la reputación como concertista, buena parte de la documentación que se refiere a su primer período se ha perdido; primero, porque abandonó su casa de Francia precipitadamente , dejando parte de sus bienes, que posteriormente fueron destruidos o saqueados. En relación a su etapa de formación apenas había noticias hasta que una española, Inés Artola, profesora en la Universidad Musical Chopin de Varsovia, encontró en los archivos de la institución unas carpetas que no estaban identificadas, conteniendo información de primera mano de Wanda Landowska, y entre esos documentos, algunas fotos y datos de su estancia en Mallorca.  

Este providencial hallazgo, unido asimismo a lo providencial del ‘Pianino’, ha acabado concretándose en lo que ocurrirá el 25 de mayo en el altillo de la celda número 4 de la Cartuja de Valldemossa, que además servirá como anticipo de la posterior presentación en Fundación Juan March de Madrid, exceptuando la exposición de fotografías inéditas de la estancia de Wanda Landowska en Mallorca, que solamente se exhibirán el día del recital.

Lo cierto es que Inés Artola conectó con Gabriel Quetglas, el impulsor del Festival Pianino en compañía de Josep Maria Fiol. Y de inmediato viajó a Varsovia. “Soy un friki de estas cosas”, que confesaba días pasados Gabi.

Resulta que Wanda Landowka, durante su estancia en Mallorca, aprovechó para visitar la Cartuja, acompañada de Joan Alcover, y asimismo ofreció a la familia Canut, residente en Palma, 15.000 francos de la época por el piano Pleyel que fue propiedad de Chopin, y que dejó allí, tras abandonar la isla después de pasar su invierno en Mallorca. Hoy, ese piano Pleyel es el que podemos admirar en la celda número 4 de la Cartuja de Valldemossa.

Volviendo a los dos recitales de Landowska en el Principal que es el origen de lo que sucederá el 25 de mayo, Gabriel Quetglas me ha facilitado aquel programa de 1911, donde la intérprete polaca intercambiaba el clavecín con el piano para interpretar obras de Bach, Haendel, Mozart, Rameau, Chopin, Scarlatti, Purcell, Couperin le Grand, Chamboniéres, Martín, obras de ella misma y finalmente John Bull  un reputado clavecinista a caballo del XVI y XVII.

En su recital en la celda número 4, Diego Ares, considerado una autoridad en el conocimiento de la obra de Landowska, además de reproducir algo de lo ocurrido en el Principal 113 años atrás también nos deleitará con su habilidad para transitar entre las teclas del Pleyel de cola de 1851 que es un elemento preferencial, a propósito de lo providencial del Festival Pianino.

La propuesta del Pianino para el 25 de mayo, que recomiendo abiertamente por su profundo significado, además de la exposición de fotos inéditas y el recital de Diego Ares, buen conocedor de la trayectoria de Landowska, se va a completar con la conferencia de Inés Artola, ‘Wanda Landowska y la Isla Dorada’. Consellera Antònia Roca, no puedes faltar a esta cita. Allí te veo, porque sé que eres una gran amante de la música, y además te aseguro que vas a poder descubrir el incalculable valor patrimonial que supone el trabajo más bien desinteresado de los responsables del Festival Pianino. Un lujo tenerlo entre nosotros.

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